lunes, 28 de noviembre de 2011

Aire, que viento ya anda!

Hace un par de semanas el que esto escribe y su amigo del alma fueron una vez más a un monte navarro, al Ttutturre, cerca de Baraibar. La previsión meteorológica decía que a partir de mediodía entrábamos en una alerta de algún color por "fuertes rachas de viento en zonas expuestas". En un sube y baja continuo llegamos al ataque de la cumbre, sin demasiados problemas. El viento que nos había acariciado en los valles parece que se enteró de que tenía que cumplir la previsión, y coincidiendo con el mediodía, sopló y sopló como nunca lo habíamos soportado, y eso que ambos somos ya de edad provecta. Los últimos trescientos metros fueron un infierno donde casi se me vuelan las lentillas, donde avanzar era casi misión imposible y así acabé dos veces en el suelo. Es en esos momentos cuando te das cuenta de lo insignificantes que somos frente a las fuerzas de la Naturaleza, de cómo lo tuvieron que pasar nuestros antecesores en un mundo sin pronósticos, sin ropa técnica de montaña, sin botas con suela Vibram y sin GPS. Estamos donde estamos porque otros muchos resistieron a Mama (más bien madrastra) Natura. "Resistir es vencer". ¡Ah! Y llegamos a la cumbre, que conste, pero de la bajada mejor no escribo nada.

PS: En euskera "racha fuerte de viento" se dice "ufada". ¡Uf!

2 comentarios:

  1. No hay mayor fuerza que la de la naturaleza,cosa que olvida muchas veces la humanidad. Saludos desde l'Empordà , una zona donde conocemos bien la fuerza del viento.

    #empordanesa13

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  2. Nos creemos los amos del Universo, sí, y como al planeta le dé por sacudirse lo más mínimo vamos dados.

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