viernes, 11 de noviembre de 2011

Risas enlatadas

Otra vez la alumnita de hace dos post la ha vuelto a liar, esta vez con la colaboración de su compi de pupitre que son casi como Isis y Nephtis, una rubia y otra morena. En un momento de receso en clase y hablando de las series de humor en televisión, se quejaban, casi a coro, de que en uno de esos programas habían eliminado las risas enlatadas esas que se oyen tras cada chiste o situación graciosa, y claro, ahora ya no sabían cuándo reírse. Estas infantes de 12 años no saben hasta qué punto pueden hacer descarrilar la locomotora que es el cerebro de su profe. ¡No te fastidia! Sin las risas,  no saben si una situación es graciosa y tienen que poner en marcha todos esos músculos de la cara que hacen falta para esbozar una sonrisa, reír o carcajearse a mandíbula batiente. Pero puede que no les falte razón y en eso radica lo más preocupante de la historia: necesitamos que nos guíen también en nuestras emociones. Da miedo hasta escribirlo, pero puede que sea así más veces de las que queremos admitir, y es posible que en una relación sentimental esa guía sea adecuada y fructífera. Otras veces es camino seguro al abismo.

5 comentarios:

  1. hola, soy tu alumnita de clase, la rubia.
    me ha gustado mucho lo que has escrito . haber si se me ocurre otra y lo cuentas.
    jejeje!!!
    nos vemos en clase.

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  2. HOLA!!!Soy tu alumnita (la morena).No es que nos tengan que guiar en nuestras emociones, sino que tardas mas en reirte sin risas(por lo menos a mi me pasa).
    Al final nos vamos a hacer famosas!!!jajajaja!Seguro que se nos ocurre otra.
    Tu alumnita(la morena)
    P.D:No nos pongas etxekolanas jajajaja

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  3. Oso tipak jatorrak zarete, benetan, ikasle onak eta adimentsuak! Mila esker komentatzeagatik!

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  4. Cohone! qué bien redactan tus alumnitas, ya las quisisera yo para mi.

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  5. Gracias!
    La alumnita morena

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