sábado, 22 de octubre de 2011

Hoy pudo ser un gran día...

Pero no lo fue. Después del abandono de las armas por parte de ETA de ayer mismo, esperaba euforia entre mis compañeros, en la calle, en las plazas, entre el alumnado que hasta tiene familiares en la cárcel, pero no ha pasado nada de lo mencionado. Nada. Es normal que al alumnado, que tiene un máximo de 16 años, la noticia se la traiga al fresco, pero entre mis compañeros, mis amigos, la gente de la calle... ummm, nada de nada. Cuando alguien mete un gol en el último minuto la alegría se dispara (igual no es el verbo adecuado aquí), pero esto parecía "la crónica de una muerte anunciada" y a nadie le ha sorprendido fuera de lo teatral que quiera ponerse cada uno. Durante los cursos antes de entrar en la universidad, ETA mataba más de 80 personas por año, e igual que ahora, la reacción era mínima. Somos simios curiosos, sí, pero esta vez no es porque tengamos esa cualidad que es la curiosidad, sino porque a veces no reaccionamos como cabría esperar. Cada día entiendo menos al Homo sapiens sapiens. De verdad.

2 comentarios:

  1. No sé, yo si te digo la verdad, tampoco estoy exultante. Ha sido un cuentagotas. Quizá porque yo sí confiaba en los pasos que se estaban dando desde el principio, lo de este comunicado lo que me parece es una escenificación. Que no está mal. Significa que por fin el PSOE y creo que el PP, han decidido que si se va a negociar, que era el punto en el que se estaba varado actualmente. Por otro lado, algo previsible, más tarde o más temprando a tenor de lo que estaba pasando. La incorporación internacional.

    Así, yo por ejemplo estaba exultante cuando ETA dijo que compartía y respetaría el acuerdo al que llegara la IA. Y la IA parió Zutik Euskal Herria. Lo demás... pues eso escenificaciones que no será la última.

    Mientras, dudo que me de un subidón de esos, a no ser que sea cuando mi cuñado salga de la cárcel.

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  2. De acuerdo contigo. Subidones he visto pocos ni entre los de la IA ni entre los otros. Sí que creo que la escenificación ha sido este último paso pero no será el último. En cuanto el Estado se oponga a consultas populares y a otras aventuras que les exigen tocar la constitución como no les gusta a ellos, habrá más puestas en escena, y probablemente menos cuidadas. Al tiempo!

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